En el libro en verso que hace de presentación a los pueblos de Castellón de este blog, no aparece el Tormo, villa dependiente de la vecina Cirat, que para ser una "aldea", tiene características singulares y no envidia en cuanto a tamaño y población, a otros pueblos del río Mijares.
Entre el "Castillico" y la "Lometa" se desarrolla longitudinal su trazado urbano, con sus calles en pendiente a distintos niveles. Tampoco puede negar su pasado árabe, aún conserva los restos de un castillo montano, del que queda algún vestigio.
Vale la pena salir de la carretera que serpentea el río y desviarse hacia el Tormo, hacer una parada y perderse por sus calles.
Su pequeña iglesia esta dedicada a Nuestra Señora de los Desamparados.
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